Hageo 1.9

Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. 
 

 

Cuando el pueblo de Israel regresó del exilio, ya que estuvo cautivo por algunas décadas, el pueblo tiene un panorama un poco caótico, por un lado tiene la reconstrucción del templo, la casa del Señor y por otro la construcción de sus propias casas, por lo que dejan el templo de Dios en ruinas y se ocupan de lo que ahora a ellos le resulta importante “reconstruir y habitar sus casas”.

 

Cuando el Señor les dice “mi casa está desierta y cada uno de vosotros corre a su propia casa” tomaba esta palabra para mi vida y recordaba lo que el Señor ha hecho durante este año, como ha reconstruido cada una de nuestras vidas y lo que hizo este fin de semana, como nos hemos deleitado en el Señor y haciendo una pequeña comparación con el pueblo de Israel, pensaba en que haríamos ahora con lo hasta aquí recibido, que actitud tomaríamos, las guardaríamos en nuestras propias casas, en nuestros corazones me refiero, lo guardaríamos todo allí sin compartirlo con aquellos que no conocen o con el pueblo del Señor, sin trabajarlo y buscar más del Señor, para que luego venga la sequía y seque todo lo que ahora sentimos y nuevamente caigamos en el desánimo, en el desaliento pensando que el mover del Dios sólo está en nuestras vidas sólo cuando alguien está de visita o seremos capaces de oír la voz de Dios, de ser obedientes y seguiremos firmes en el camino tomando estos días maravillosos delante de nuestro Señor, sólo como un comienzo de todo lo que nos espera.

 

El Señor les siguió animando a seguir con lo ya reconstruido, con lo ya edificado, les dijo cobrad ánimo que esto no puede quedarse así, trabajad porque yo estoy con vosotros, según el pacto que hice con vosotros, y eso es lo que quiere recordarte hoy, que lo que te ha dado desde principio de año y sobre todo estos días es para que sigas creciendo, para que sigas avanzando, no es sólo para que quede en el recuerdo no, es para que Él siga haciendo cosas grandes en ti, esto es sólo el comienzo. Cuando el Señor vio la decisión que tomó el pueblo y la determinación en no quedarse sólo en la reconstrucción de lo suyo propio sino que antepusieron el servir al Señor, en su fidelidad les dijo que lo que les vendría sería aún más grande, y es a lo que te animo en esta mañana a que mires con firmeza al Señor que lo que Él ha reconstruido estos días el Señor lo seguirá trabajando no te desanimes ni te sientas solo porque la presencia del Señor te acompaña las 24 horas del día los 365 días del años y te guiará siempre que quieras, la gloria postrera será mayor que la primera, Dios tiene muchas cosas más que darte, no desfallezcas, aún hay más.